Una prueba de flujo lateral (LFT),[1] también conocida como dispositivo de flujo lateral (LFD), ensayo inmunocromatográfico de flujo lateral o prueba rápida, es un dispositivo simple destinado a detectar la presencia de una sustancia objetivo en una muestra líquida sin la necesidad de equipos especializados y costosos. Las LFT se utilizan ampliamente en el diagnóstico médico en el hogar, en el lugar de atención y en el laboratorio. Estas pruebas son simples y económicas y generalmente muestran resultados en alrededor de cinco a treinta minutos.[2] LFT también se ha utilizado ampliamente en la detección rápida de antígenos de COVID-19 en muchos países, lo que puede brindar a los usuarios un resultado rápidamente en 5 a 30 minutos.
La mejora de la sensibilidad, la detección cuantitativa y la detección múltiple son las tres direcciones principales del desarrollo de LFT, especialmente la sensibilidad es el factor clave para el desarrollo de LFT. Sin embargo, todos los factores importantes anteriores se ven afectados por los marcadores inmunocromatográficos. En los reactivos de diagnóstico inmunocromatográfico, los marcadores ideales deberían tener las siguientes ventajas.
- Alta sensibilidad, nivel ng, incluso nivel pg y fg
- No tiene efecto sobre la actividad inmune, afinidad y especificidad de anticuerpos o antígenos, y no reduce las señales de respuesta inmune.
- Uniformidad, fácil de preparar.
- Adecuado para almacenamiento estable, reduciendo las diferencias entre lotes y dentro de lotes.
- Insensibilidad a los factores ambientales.
- Seguridad
- Fácil de obtener resultados ideales y buena repetibilidad.
El oro coloidal es un marcador comúnmente utilizado en reactivos LFT comerciales. El oro coloidal tiene las ventajas de una preparación conveniente, buena estabilidad y fácil etiquetado. Sin embargo, su aplicación es limitada debido a su color único, baja sensibilidad, incapacidad para reticularse covalentemente y rango cuantitativo estrecho, etc.
Con el avance de la tecnología de nano y micromicroesferas, las partículas de látex teñidas se han utilizado ampliamente como marcadores inmunocromatográficos. El tamaño de partícula de las microesferas teñidas utilizadas en LFT es mayor que el del oro coloidal, por lo que la sensibilidad de las microesferas teñidas mejorará significativamente. Las microesferas teñidas son ricas en color, lo que favorece el análisis multivariado y el uso en productos de venta libre. Mediante diferentes procesos de producción, las microesferas teñidas pueden recubrirse con grupos amino, grupos carboxilo, grupos sulfhidrilo, etc. con diferentes grupos funcionales. Por lo tanto, se pueden utilizar métodos tanto de adsorción física pasiva como de reticulación química covalente para el etiquetado de microesferas teñidas. Para moléculas que contienen múltiples átomos de azufre, el etiquetado con microesferas de látex coloreadas funciona bien. Las microesferas teñidas son adecuadas para la producción a gran escala, lo que reduce la variación entre lotes y garantiza un rendimiento estable del producto.